Una charla en Sin Tarima Libros que reivindica el dibujo, la palabra y la memoria del graffiti
El sábado 15 de noviembre, la librería Sin Tarima Libros (c/ Magdalena, 32) acogió la presentación y coloquio del nuevo libro de Remebe, Dejarse ver, el juego del graffiti en la ciudad. El encuentro, celebrado en la bodega del local y con el aforo completo, reunió a lectores, artistas y curiosos en torno a una conversación que puso en el centro la ilustración dentro del graffiti y la manera en que este diálogo gráfico sigue configurando la cultura urbana.
Un coloquio cercano entre autor e ilustrador
La presentación no siguió un formato rígido. En lugar de ello, Remebe conversó con el ilustrador Kike Blanco, cuyas obras acompañan el libro y también se expusieron en el espacio. Ambos compartieron proceso creativo, decisiones formales y referencias que han marcado la construcción visual del proyecto. La charla avanzó entre reflexiones sobre cómo se representa el graffiti desde dentro, qué significa traducir experiencias callejeras a un libro y cómo se articula la memoria de una práctica arraigada en la ciudad.
El diálogo permitió entender mejor las capas de este nuevo trabajo, disponible en:
– Dejarse ver, el juego del graffiti en la ciudad: https://edicionesfatcap.es/inicio/118-dejarse-ver-el-juego-del-graffiti-en-la-ciudad.html
– Desde siempre, dejarse ver: https://edicionesfatcap.es/inicio/89-desde-siempre-dejarse-ver.html
Ambos títulos forman una continuidad documental sobre el papel del graffiti en Madrid, la experiencia de escribir y la relación con las calles de la ciudad, temas recurrentes en los libros de graffiti de Ediciones Fatcap, que buscan analizar la cultura desde distintas perspectivas.
La ilustración dentro del graffiti: una mirada ampliada
Uno de los ejes de la presentación fue la relación entre graffiti e ilustración, un terreno que a menudo se da por separado pero que, en el caso de Remebe y Kike Blanco, funciona como un puente para los dos libros. Sus imágenes no pretenden institucionalizar el graffiti, sino expandirlo hacia otros soportes y lenguajes sin perder su raíz. La conversación subrayó esa tensión constante entre lo callejero y lo editorial, un equilibrio que permite que la cultura urbana se narre desde dentro, sin necesidad de pasar por filtros ajenos a su naturaleza.
En un contexto en el que muchas instituciones intentan apropiarse del graffiti como símbolo cultural, la charla recordaba que gran parte de su fuerza proviene precisamente de su origen autónomo, no oficial. Los libros de graffiti ayudan a documentar esta historia sin domesticarla, recogiendo voces, trayectorias y sensibilidades que rara vez encuentran espacio en discursos más tradicionales.
Preguntas del público y firma final
Tras el coloquio, el público abrió una ronda de preguntas que mantuvo la conversación en un tono cercano y participativo. Se habló de técnicas, de experiencias personales y de la forma en que cada lector se acerca al graffiti: desde quienes lo practican hasta quienes lo investigan o simplemente lo observan como parte del paisaje de la ciudad.
El encuentro concluyó con la firma de ejemplares de los dos libros de Remebe, un momento informal que permitió continuar el intercambio de anécdotas y experiencias y comentarios entre autores y asistentes.
Un acto que fortalece la memoria cultural del graffiti
La presentación en Sin Tarima Libros no fue solo un evento literario; funcionó como punto de encuentro para distintas comunidades unidas por un interés común en el graffiti y su dimensión cultural. Al reunir obra gráfica, conversación y libros, la jornada contribuyó a seguir construyendo una memoria compartida sobre una práctica que define, desde hace décadas, la identidad visual de Madrid.
Un recordatorio de que, aunque el graffiti nace en la calle, también encuentra en las letras y en la edición un espacio necesario para comprender su alcance cultural, social y artístico.


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